Detente y vive

Alto, detente por unos minutos y mira en tu interior. ¿Lo puedes descubrir? Eres tú, el o la que lee esto, con sus luces y sus sombras, con sus fortalezas y sus debilidades. En estos momentos no importa el cómo seas; lo verdaderamente importante es que estás vivo y tienes todas las posibilidades de ser feliz: ¡ser feliz con tu realidad concreta!

¿No lo habías pensado? Así es, lo cierto es que puedes ser feliz aquí y ahora. En cierta forma depende ti porque, aún a pesar de todas las influencias que puedas recibir de tu entorno y por encima de toda tu circunstancias, eres tú el que tiene la última palabra. Tú decides si lo tóxico que puedas encontrar en tu realidad te roba la calma. Tu tienes el poder de dejarte llevar por el pesimismo, o por el nostálgico pensamiento de creer que no tienes lo suficiente para hacer lo que te apasiona. Es más, ¿por qué has dejado de buscar aquello que te enamora todos los días? Puede que tengas miedo a descubrir que lo que haces y lo que eres ahora mismo no responde con esa ilusión primera que te hace sonreír, suspirar y dar lo mejor de ti.

Claro que nunca podrás ser feliz del todo sino descubres al otro. Y no me refiero precisamente al que más bien te cae o al que es tu pariente de sangre. Me refiero a aquellos con los que no sueles hablar por miedo al que dirán, por miedo a encontrarte reflejado en ellos, por miedo a ser tú ante ellos. Necesitas de los demás, claro, y necesitas alguien que de vez en cuando te diga "te quiero". Pero está en ti recibir todo ese afecto. Depende de ti responder a ese amor. Lo más bello de todo esto es que cuanto más respondes más recibes; y cuanto más recibes más feliz eres, porque aquel a quien te regalas tambien lo es.

¡Has el intento! Detente, piénsalo, pero hazlo hoy.