Podría escribir más, pero estas lineas logran sintetizar lo que he estado viviendo todos estos días. Los encuentros con distintas personas me han llevado a lo siguiente. Una actitud que me hace ser más ser humano; una opción que me impulsa a querer más a quien tengo a mi lado.
Siéntate delante de alguien, escucha su dolor y su
sufrimiento. Descubre su vida y disfruta de su historia. Percibe sus
necesidades de afecto y siente su ansia de algo que llene su existencia. Recibe
su humanidad, en su bondad y en su maldad. Encuentra su valentía y comprende
sus miedos. Haz eco de sus posibilidades y guarda su impotencia para cambiar
aquello que en lo profundo quisiera que fuera distinto. Vive su silencio sin
reparos y comparte su algarabía. Aprecia su sueños y acompáñala en sus choques de realidad. Al final, tan solo
empatiza o sal huyendo. ¿Qué opción asumes? Yo, ante la humanidad de otro que
se me acerca, solo puedo acogerla con respeto y decir, “aquí estoy, para cuando
tú quieras estaré contigo y sabes que sin dudarlo, estoy ahora mismo contigo”.
"Vive su silencio" entiende su silencio, traduce su silencio, encuentra su silencio. Solo se consigue con ayuda de Dios, y no hay nadie que tenga mas sed de ti que Él.
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