Hay días en los que,
por las vueltas que da la vida y por esas invitaciones que se aprecian, uno cae
en la cuenta de tantas cosas. Yo, en ese sentido, cada vez me convenzo más de que hace
falta un tipo especial de personas porque, cómo siga habiendo más de lo mismo, ¿para qué seguir luchando?
El mundo necesita de gente loca que sea capaz de romper con todo.
Personas creativas que generen ideas audaces, que crean en sus sueños, que se
dediquen a cumplirlos a la vez que se imaginan un mundo diferente. Personas
arriesgadas que tengan retos y que en medio de las dificultades los sobrepasen poniéndose nuevas
metas. Personas que se comprometan con los demás rompiendo con su comodidad. Personas que sean
atrevidas para decir lo que tiene que ser dicho en el momento oportuno y hagan
lo que tienen que hacer cuando todo mundo ha dejado de creer en ello. Personas
sensibles que sean capaces de notar el sufrimiento ajeno y aporten un hombro
cuando las lágrimas brotan
con denuedo.Personas hábiles para
encontrar soluciones en lugar de anclarse en la crítica destructora.
Sí...el mundo
necesita héroes de carne y
hueso. Héroes en lo
sencillo y concreto de cada día. Héroes que a
veces tienen miedo de equivocarse o ver sus responsabilidades como algo grande.
Yo creo que los hay pero a veces se ocultan porque son propensos a las
heridas, al sufrimiento, a tener que vivir épocas de soledad. Pero cuando los encuentras, como lo
he hecho yo, realmente que es un regalo que, como quien dice, ha bajado del
cielo.
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