Donde expresamos lo que somos

domingo, 18 de enero de 2015

¿Con-Moverse?



Esta tarde, mientras invertía mi tiempo escuchando las tétricas noticias del telediario, me encontré con un twitt que hacía referencia a la página de UNICEF en Facebook (Niños y niñas de Nigeria dibujan el terror).
Cuál fue mi horror cuando las imágenes hacían referencia a la violencia en la que puede desembocar la estupidez humana. De alguna manera mi corazón se encogió y una gran rabia se asomó a la puerta de mi vida. Después de todo, en la distancia solo me queda ver imágenes que hablan de miseria, de violaciones y de injusticia. Injusticia de la cual me siento participe al ser parte de una sociedad que ha generado esas estructuras de desequilibrio social y económico. Miseria de la cual me siento responsable al no ser capaz, muchas veces, de ver más allá de mi nariz. Violaciones por las cuales me siento impelido a responder pues el silencio suele ser condescendiente y cómplice tácito de todo lo que sucede. 
En el fondo me sentí devastado por no ser capaz de dar voz a aquellos que hace tiempo la han perdido o a aquellos que utilizan los estertores de sus susurros para dibujar la abyección humana. 

Sí, he llegado a preguntar por todo aquello; ¿dónde está Dios que permite que la libertad humana acabe con vidas inocentes? ¿Dónde está Dios que permite el sufrimiento de unos muchos producto de ese regodeo megalómano de unos pocos? ¿Dónde está Dios que escucha el clamor de su pueblo y parece que hiciese silencio? 

Eso hasta que encontré la "Teología de las lágrimas" (Teología del Llanto) esgrimida por Francisco, el Papa de la Iglesia católica, que parece que hace cambios y manifiesta con detalles lo que Dios puede decir. Así entendí que a veces hay que bajar al infierno para poder comprender el sufrimiento de los demás. Que a veces tan solo queda compartir un abrazo con lágrimas para poder ayudar al otro a superar su dolor. Que muchas veces solo el otro necesita un soporte y no soluciones sacadas de manual. Sí, la acción parte de la compasión, y la compasión parte de un "estoy contigo, no te dejaré solo"; parte de una vida que se comparte y se da aún en medio de las lágrimas. Entendí lo que dice el vídeo: es cuestión de conexión. Pero, para conectar con el dolor de los niños de África, tendremos que llorar por el dolor que nos causa ver tanta desolación. 

Y a partir de allí, sacar las fuerzas necesarias para causar una revolución, la revolución del Amor. Con-Moverse ¿será posible que lo hagamos hoy?

 




0 comentarios :

Publicar un comentario

Text Widget

Copyright © Mas de 1 | Powered by Blogger

Design by Anders Noren | Blogger Theme by NewBloggerThemes.com