¿No te ha pasado alguna vez que quieres capturar un momento, una experiencia, para que nunca se escape de tus manos? Si no te ha pasado, cuando te suceda te darás cuenta de lo importante que es estar presente, aquí y ahora, cómo si lo demás, por ese instante no importara para nada. Puede ser con alguien, contigo en la soledad de tu habitación, viendo un paisaje, compartiendo un helado en la plaza, gozando en una fiesta o caminando por las calles de tu ciudad. Te puede suceder con mayor frecuencia cuanto más presente te haces en tu vida, cuando dejas las preocupaciones atrás y cuando lo que importa es un presente que en cualquier momento se va a hacer pasado.
El problema es que veces pensamos que las fotos capturar ese momento de encuentro, que un selfie logrará reflejar todo lo que estás viviendo, o que las palabras que escribas agradeciéndolo lograrán captar toda la riqueza de ese beso, esa sonrisa, ese regalo. ¡Cuanto cuesta aprender esto! Y cuando logras entenderlo, es cuando más nostalgia sientes, porque sabes que has dejado escapar a personas, te has dejado llevar por la inercia o te has olvidado de lo realmente importante. Pero es apartir de ese momento en que descubres lo importante que es estar que también todo comienza a cambiar porque todo adquiere un sentido, todo tiene una conexión y de alguna extraña manera, hasta lo más minúsculo te causa una impresión.
¡Ábrete a la experiencia! Tienes este minuto de tu vida para disfrutarlo.
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